La secuenciación del genoma del primer brote de Boston ayuda a entender la superpropagación del virus (8 contagios generados por la misma persona) y sus efectos en la pandemia.
El estudio, realizado por investigadores de Harvard y de varias instituciones de Boston, muestra cómo la epidemiología genómica ayuda a comprender la difusión comunitaria del virus, clave fundamental para priorizar las restricciones e intervenciones de salud pública.
El SARS-CoV-2 fue especialmente severo en el estado de Massachusetts durante los primeros meses de la epidemia, siendo el área de Boston la más afectada con el 79% de los casos y el 76% de las muertes del estado hasta la 3ª semana de abril. Para investigar la introducción, propagación y epidemiología de la COVID-19 en el área de Boston, un grupo de investigadores de Harvard y de diferentes instituciones científicas y médicas de la región, han secuenciado y analizado 772 genomas completos del virus:
Casi todos los casos confirmados dentro de la primera semana de la epidemia
Cientos de casos de brotes importantes en un conferencias, y centros de enfermería.
Brotes entre los huéspedes y el personal del refugio para personas sin hogar .
Estudiando dos eventos de superpropagación que llevaron a resultados muy diferentes (uno produjo una propagación rápida en una población vulnerable pero poca transmisión progresiva, mientras que el otro contribuyó de manera importante a la transmisión comunitaria sostenida), se ha conseguido una mejor comprensión de la dinámica de los brotes. La secuenciación viral también consiguió descartar la diseminación nosocomial vinculada en dos episodios y demostró que, a pesar de las múltiples introducciones de SARS-CoV- 2 en un centro de enfermería especializada, una única introducción del virus fue responsable del 90% de los casos.
Eventos de superpropagación del SARS-CoV-2. (A) Red de expansión mínima que muestra la similitud genética de los genomas del SARS-CoV-2 en el conjunto de datos de Massachusetts, con genomas de los principales eventos de superpropagación conocidos resaltados. (B y C) Gráficos de genes que muestran grupos de secuencias muy similares entre genomas virales de las cohortes SNF- Centros especializados de enfermería (B) y BHCHP-Programa de Salud de Boston para personas sin hogar (C). Las secuencias se agrupan cuando están separadas por <4 SNP, y las longitudes de las líneas entre los puntos reflejan la distancia genética.
La epidemiología genómica en tiempo real puede ser cada vez más valiosa porque puede ayudar a distinguir entre los brotes locales dentro de las instituciones y las introducciones desde el exterior, sentando las bases para el rastreo de contactos por datos genéticos.
Este estudio proporciona evidencia directa de que la propagación en eventos puede alterar profundamente el curso de una epidemia e implica que la prevención, detección y mitigación de éstos debe ser prioritario en las decisiones de salud pública: si podemos limitar los eventos de superpropagación, tendremos muchas más posibilidades de controlar esta pandemia.
REFERENCIAS:
Lemieux, J. E., Siddle, K. J., Shaw, B. M., Loreth, C., Schaffner, S. F., Gladden-Young, A., Adams, G., Fink, T., Tomkins-Tinch, C. H., Krasilnikova, L. A., DeRuff, K. C., Rudy, M., Bauer, M. R., Lagerborg, K. A., Normandin, E., Chapman, S. B., Reilly, S. K., Anahtar, M. N., Lin, A. E., … MacInnis, B. L. (2020). Phylogenetic analysis of SARS-CoV-2 in Boston highlights the impact of superspreading events. Science, eabe3261. https://doi.org/10.1126/science.abe3261
Análisis de la cobertura informativa durante la pandemia de COVID-19.
Lo reconozco: mi televisión es más un espejo en el que chequear mi técnica en los entrenamientos caseros más que un medio de entretenimiento y/o información. Está siempre apagada.¿Aceptamos «tele» como animal (silencioso) de compañía?
Sin embargo, hubo un corto periodo de tiempo en el cual mi televisor volvió a la vida. Mientras much@s perecían en hospitales, mi Samsung tuvo un renacer.
Durante una semana, la primera de confinamiento total en España, decidí hacer uso de este aparato para mantenerme informada y enterarme de todo lo que estaba sucediendo en el país (y en el mundo) en una situación tan excepcional. Mis desayunos, comidas y cenas se condimentaron con cifras de contagios, hospitalizaciones y muertos y se acompañaron de hot-potatoes: suculentos debates entre diferentes personalidades e ideologías políticas que se pasaban la culpa y el «tú más» o el «tú peor«.
A semejante menú, le añadimos el postre perfecto: bulos, errores e imprecisiones informativas, la policía del balcón, la manida frase «de esta saldremos mejores«, la tortura en forma de canción reiterativa y la hipocresía de muchos aplaudiendo a la misma hora por las ventanas.
Leyendo lo que escribo, me parece casi masoquismo haber aguantado una semana con la televisión encendida y agradezco haber estado enfrascada en la redacción de mi trabajo fin de máster que, a pesar de ser una labor un tanto tediosa, me liberó de la enfermedad por infovid u infoxicación por covid.
Y es que, si en algo estamos de acuerdo, es en que «la Covid-19 como acontecimiento informativo extraordinario ha saltado esquemas que la prensa española seguía durante dos décadas«, tal y como manifiestan Cantero-de-Julián, Sidorenko-Bautista y Herranz-de-la-Casa en su completo análisis del primer trimestre de 2020 sobre la cobertura periodística de la pandemia. La homogeneidad en prensa alcanzó el 61,9% de enero a marzo, «centrándose en la descripción del avance del virus, los nuevos casos y las soluciones sanitarias y económicas» y con la instauración del Estado de Alarma, apareció el enfoque político: «los medios conservadores editorializaron en mayor medida sus portadas con la crítica al Gobierno, mientras que los de centroizquierda y relativa izquierda apoyaron críticamente las medidas del Gobierno«.
No obstante y, aunque lo haya intentado, no he vivido en una burbuja. Las redes sociales, internet y el boca a boca tras mi reincorporación al trabajo me mantuvieron al día de todo: lo malo y lo bueno.
LO MALO:
Los bulos, las mentiras y los sinsentidos. No me extenderé mucho en esto porque tod@s los hemos sufrido.
Los errores e imprecisiones. Imágenes que no se corresponden con la noticia: el vídeo de un hospital de China haciéndolo pasar por español y la famosa playa de La Barceloneta supuestamente abarrotada y sin apenas gente.
El ritmo vertiginoso de datos y el amarillismo. Noticias que surgen cada minuto y que, en un mero afán de crear impacto o ser el primer medio en sacarlas a la luz, contribuyen a la aparición de bulos e imprecisiones.
La cobertura parcial de todo el abanico posible de información susceptible de ser útil durante la pandemia. Miles y miles de cifras de contagios y muertos, de negocios que cierran y personas en ERTE, pero poca información y de escasa calidad sobre los estudios que han ido saliendo en materia de prevención y los grupos de riesgo. He echado en falta darle más importancia a lo que sí puede hacer la población para mejorar esta pandemia (la relación con la obesidad, la nutrición y el estilo de vida sedentario; los beneficios del ejercicio para reducir el riesgo y minimizar los efectos del confinamiento; el tabaquismo; el déficit de vitamina D y los beneficios de la suplementación; los aerosoles, la medición de los niveles de CO2 y los filtros HEPA en recintos cerrados) y explicar correctamente el uso de mascarillas y guantes, en lugar de limitarse a insistir en su necesidad. He sufrido (y sufro) viendo la cantidad de desechos que han sido generados para nada: gente que se desinfecta las manos pero no los guantes o que lo hacen pero van toqueteándolo todo (el nicho infeccioso en forma de móvil incluido) y mascarillas comercializadas o hechas por la vecina del 5º de dudosísima validez.
La censura. No han sido poc@s l@s profesionales del deporte, la nutrición y diversas especialidades médicas que han intentado aportar su granito de arena en redes como Instagram (precisamente por lo expresado en el punto anterior) y que se han quejado de sufrir shadow banning en sus publicaciones referentes al Covid. Entiendo que han surgido muchos bulos, pero creo que la forma de frenarlos es preparar a la población para identificarlos y ser críticos con la información que leen, así como aprender a buscar en fuentes fiables.
La aparición y popularización de medios que desmienten la mala información a través de la evidencia como Maldita o Newtral.
El resurgimiento del periodismo científico. Si bien es cierto que se ha hecho muy buen periodismo desde medios más especializados (como la agencia SINC), me temo que no ha tenido el suficiente calado entre el público general ya que, al contrario de la comunidad científica y público más versado que varían más sus fuentes de información, éste suele relegar la responsabilidad informativa a televisiones y periódicos que, como hemos visto, han sido parte del problema.
La popularización de la ciencia y el protagonismo recobrado por científicos e instituciones. Sin duda me quedo con esta parte de la pandemia. Ver a profesionales de diversas ramas científicas apareciendo en medios y redes sociales, siendo fuente fidedigna de información y devolviéndole un poquito el estatus a la comunidad científica, es la mejor lucha contra la desinformación, las pseudoterapias, el fraude y la falta de confianza entre los escépticos. Poner la investigación en boca de tod@s es la mejor publicidad para fomentar el gasto público en ciencia e incrementar el interés de l@s jóvenes para que se conviertan en l@s científic@s de mañana.
Esperemos que esta pandemia acabe pronto, que la próxima tarde eones en venir y que este empujón que sufre la ciencia traiga islas sin tentaciones y con mucha divulgación.
Cantero-de-Julián, J.-I., Sidorenko-Bautista, P., & Herranz-de-la-Casa, J.-M. (2020). Radiografía de la pandemia: análisis de la cobertura periodística de la Covid-19 en portadas de periódicos. Profesional De La Información, 29(5). https://doi.org/10.3145/epi.2020.sep.23
Griffin G, Hewison M, Hopkin J, Kenny R, Quinton R, Rhodes J, Subramanian S, Thickett D. (2020 ) Vitamin D and COVID-19: evidence and recommendations for supplementation. R. Soc. Open Sci. 7: 201912. https://doi.org/10.1098/rsos.201912 .
Hall, G., Laddu, D. R., Phillips, S. A., Lavie, C. J., & Arena, R. (2020). A tale of two pandemics: How will COVID-19 and global trends in physical inactivity and sedentary behavior affect one another?. Progress in Cardiovascular Diseases. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7194897/
Jiménez-Pavón, D., Carbonell-Baeza, A., & Lavie, C. J. (2020). Physical exercise as therapy to fight against the mental and physical consequences of COVID-19 quarantine: Special focus in older people. Progress in cardiovascular diseases. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7118448/
Lidia Morawska, Julian W. Tang, William Bahnfleth, Philomena M. Bluyssen, Atze Boerstra, Giorgio Buonanno, Junji Cao, Stephanie Dancer, Andres Floto, Francesco Franchimon, Charles Haworth, Jaap Hogeling, Christina Isaxon, Jose L. Jimenez, Jarek Kurnitski, Yuguo Li, Marcel Loomans, Guy Marks, Linsey C. Marr, Livio Mazzarella, Arsen Krikor Melikov, Shelly Miller, Donald K. Milton, William Nazaroff, Peter V. Nielsen, Catherine Noakes, Jordan Peccia, Xavier Querol, Chandra Sekhar, Olli Seppänen, Shin-ichi Tanabe, Raymond Tellier, Kwok Wai Tham, Pawel Wargocki, Aneta Wierzbicka, Maosheng Yao, How can airborne transmission of COVID-19 indoors be minimised?, Environment International, Volume 142, 2020, 105832, ISSN 0160-4120, https://doi.org/10.1016/j.envint.2020.105832.
LOS INFLUENCERS VENEZUELA Madrid , España. (2020, 16 marzo). Resistiré 2020 #quedateencasa, confinamiento covid-19, Venezuela Italia, España,. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=dYRIIGGhxFM
Se basan en un ensayo aleatorizado en pacientes COVID-19 hospitalizados en España.
Los ensayos aleatorizados controlados con placebo de vitamina D en la comunidad británica se completarán previsiblemente en la primavera de 2021.
La vitamina D es una hormona vital para el sistema inmune al actuar sobre la expresión de muchos de los genes de este sistema. A pesar de que la evidencia aún es circunstancial, es considerable la vinculación existente entre la deficiencia de esta vitamina con la sintomatología y gravedad desarrolladas en pacientes con COVID-19. Factores desencadenantes del déficit como la obesidad, la etnia, el género (masculino), la institucionalización y la localización geográfica (latitud y baja exposición ultravioleta) provocan mayor daño pulmonar en modelos experimentales y mayor gravedad de COVID-19 en pacientes hospitalizados, según el grupo de investigadores.
El déficit de vitamina D es muy frecuente en la sociedad actual y la falta de exposición solar provocada por el confinamiento podría agravarlo. Sin embargo, esta deficiencia puede ser fácilmente revertida con suplementación adecuada. Esta medida preventiva, además de segura, no representa grandes gastos ya que se trata de un suplemento relativamente barato.
Para elaborar estas directrices de suplementación, el grupo, se ha basado en la evidencia científica existente tras analizar múltiples estudios que tienen en cuenta todos los factores anteriormente señalados y establecen las pautas apoyándose en:
Los niveles de vitamina D óptimos en sangre reportados por la Academia Nacional de Medicina de EE. UU. y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria.
Los resultados positivos de un ensayo aleatorizado en pacientes hospitalizados con COVID-19 de España que recibieron dosis de 25-hidroxivitamina D3 (25 (OH) D3 o calcifediol). Este ensayo usó como criterio de valoración principal el ingreso en UCI que se requirió en solo 1/50 pacientes que recibieron vitamina D versus 13/26 que no la recibieron. El uso de calcifediol (que ya está 25-hidroxilado) es muy importante, ya que está disponible para su absorción por las células inmunes que poseen la 1-hidroxilasa necesaria para completar la activación, lo que mejoraría sustancialmente la disponibilidad de la vitamina al no necesitar la hidroxilación hepática.
Así pues, las recomendaciones de suplementación que realizan son las siguientes:
Suplementación de vitamina D en 800-1000 UI / día para población general.
Dosis más altas durante las primeras cuatro semanas (4000 UI / día) en adultos con probabilidad de tener deficiencia (residencias de ancianos, prisiones, pacientes con obesidad, hospitalizados y otras personas institucionalizadas).
Control de niveles de vitamina D y / o suplementación en personas ingresadas en el hospital con COVID-19 y con otros virus respiratorios. La suplementación previa ha demostrado reducir el riesgo de infección un 2% y caer un 15% en personas con una deficiencia instaurada en ensayos ya finalizados. La gravedad de la infección se reduce considerablemente también.
Además, recomiendan la inclusión de un protocolo con dosis altas de calcifediol en el ensayo RECOVERY que, actualmente, está probando los siguientes tratamientos frente al COVID-19:
Dexametasona en dosis bajas (glucocorticoide; solo en niños por ahora).
Colchicina (antiinflamatorio de uso común)
Tocilizumab (antiinflamatorio administrado por inyección)
Plasma convaleciente (obtenido de donantes que se han recuperado de COVID-19 y contiene anticuerpos contra el virus SARS-CoV-2)
REGN-COV2 (combinación de anticuerpos monoclonales dirigidos contra coronavirus)
Aspirina (antiagregante plaquetario; comúnmente utilizada para evitar trombos).
Estos expertos insisten en la necesidad de trasladar a la población la importancia de esta hormona, no solo para la salud ósea y muscular, sino para la optimización de la salud inmunológica y determinan el carácter urgente de estas medidas teniendo en cuenta que el invierno se acerca y la exposición solar cada vez es menor. A pesar de que su ensayo no finalizará hasta primavera del próximo año, aseguran que la suplementación es beneficiosa y que “no hay nada que perder y potencialmente mucho que ganar”.
REFERENCIAS:
Griffin G, Hewison M, Hopkin J, Kenny R, Quinton R, Rhodes J, Subramanian S, Thickett D. (2020 ) Vitamin D and COVID-19: evidence and recommendations for supplementation. R. Soc. Open Sci. 7: 201912. https://doi.org/10.1098/rsos.201912 .
Randomised Evaluation of COVID-19 Therapy. (2020). Recovery Trial. Recuperado el 6 de diciembre de 2020 de https://www.recoverytrial.net .