Un grupo de investigadores británico elabora una guía de suplementación de vitamina D frente al COVID-19 basada en la evidencia actual.

  • Se basan en un ensayo aleatorizado en pacientes COVID-19 hospitalizados en España.
  • Los ensayos aleatorizados controlados con placebo de vitamina D en la comunidad británica se completarán previsiblemente en la primavera de 2021.

La vitamina D es una hormona vital para el sistema inmune al actuar sobre la expresión de muchos de los genes de este sistema. A pesar de que la evidencia aún es circunstancial, es considerable la vinculación existente entre la deficiencia de esta vitamina con la sintomatología y gravedad desarrolladas en pacientes con COVID-19. Factores desencadenantes del déficit como la obesidad, la etnia, el género (masculino), la institucionalización y la localización geográfica (latitud y baja exposición ultravioleta) provocan mayor daño pulmonar en modelos experimentales y mayor gravedad de COVID-19 en pacientes hospitalizados, según el grupo de investigadores.

El déficit de vitamina D es muy frecuente en la sociedad actual y la falta de exposición solar provocada por el confinamiento podría agravarlo. Sin embargo, esta deficiencia puede ser fácilmente revertida con suplementación adecuada. Esta medida preventiva, además de segura, no representa grandes gastos ya que se trata de un suplemento relativamente barato. 

Para elaborar estas directrices de suplementación, el grupo, se ha basado en la evidencia científica existente tras analizar múltiples estudios que tienen en cuenta todos los factores anteriormente señalados y establecen las pautas apoyándose en:

  • Los niveles de vitamina D óptimos en sangre reportados por la Academia Nacional de Medicina de EE. UU. y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria.
  • Los resultados positivos de un ensayo aleatorizado en pacientes hospitalizados con COVID-19 de España que recibieron dosis de 25-hidroxivitamina D3 (25 (OH) D3 o calcifediol). Este ensayo usó como criterio de valoración principal el ingreso en UCI que se requirió en solo 1/50 pacientes que recibieron vitamina D versus 13/26 que no la recibieron. El uso de calcifediol (que ya está 25-hidroxilado) es muy importante, ya que está disponible para su absorción por las células inmunes que poseen la 1-hidroxilasa necesaria para completar la activación, lo que mejoraría sustancialmente la disponibilidad de la vitamina al no necesitar la hidroxilación hepática.

Así pues, las recomendaciones de suplementación que realizan son las siguientes:

  1. Suplementación de vitamina D en 800-1000 UI / día para población general.
  2. Dosis más altas durante las primeras cuatro semanas (4000 UI / día) en adultos con probabilidad de tener deficiencia (residencias de ancianos, prisiones, pacientes con obesidad, hospitalizados y otras personas institucionalizadas).
  3. Control de niveles de vitamina D y / o suplementación en personas ingresadas en el hospital con COVID-19 y con otros virus respiratorios. La suplementación previa ha demostrado reducir el riesgo de infección un 2% y caer un 15% en personas con una deficiencia instaurada en ensayos ya finalizados. La gravedad de la infección se reduce considerablemente también.

Además, recomiendan la inclusión de un protocolo con dosis altas de calcifediol en el ensayo RECOVERY que, actualmente, está probando los siguientes tratamientos frente al COVID-19:

  • Dexametasona en dosis bajas (glucocorticoide; solo en niños por ahora).
  • Colchicina (antiinflamatorio de uso común)
  • Tocilizumab (antiinflamatorio administrado por inyección)
  • Plasma convaleciente (obtenido de donantes que se han recuperado de COVID-19 y contiene anticuerpos contra el virus SARS-CoV-2)
  • REGN-COV2 (combinación de anticuerpos monoclonales dirigidos contra coronavirus)
  • Aspirina (antiagregante plaquetario; comúnmente utilizada para evitar trombos).

Estos expertos insisten en la necesidad de trasladar a la población la importancia de esta hormona, no solo para la salud ósea y muscular, sino para la optimización de la salud inmunológica y determinan el carácter urgente de estas medidas teniendo en cuenta que el invierno se acerca y la exposición solar cada vez es menor. A pesar de que su ensayo no finalizará hasta primavera del próximo año, aseguran que la suplementación es beneficiosa y que “no hay nada que perder y potencialmente mucho que ganar”.

REFERENCIAS:

Griffin G, Hewison M, Hopkin J, Kenny R, Quinton R, Rhodes J, Subramanian S, Thickett D. (2020 ) Vitamin D and COVID-19: evidence and recommendations for supplementation. R. Soc. Open Sci. 7: 201912. https://doi.org/10.1098/rsos.201912 .

Randomised Evaluation of COVID-19 Therapy. (2020). Recovery Trial. Recuperado el 6 de diciembre de 2020 de https://www.recoverytrial.net .

Photo by Nicolas Solerieu on Unsplash

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