AGRUPADORES Y DESGLOSADORES.

A lo largo de la historia de la ciencia, ha existido división entre aquellos que tienden a fijarse más en las semejanzas (agrupadores o lumpers) y los que lo hacen en las diferencias (desglosadores o splitters).

A raíz de esta división, historiadores y filósofos como Elliott Sober se cuestionan si existe un método científico real, con una forma de razonamiento común a todas las ciencias y que tod@ científic@ debe seguir o si, por el contrario, diferentes ciencias conllevan diferentes formas de razonar. Así, con la tendencia actual a la ultra-especialización en todos los ámbitos, habría hoy día una inclinación de la balanza hacia el desglose, atendiendo a los rasgos específicos de cada cuestión más que a las generalidades que puedan tener en común.

Este es el debate de la medicina actual, que se dirime entre quienes siguen el enfoque clásico de agrupar características comunes para clasificar y tratar las dolencias y entre aquellos que siguen el enfoque de la medicina de precisión, buscando biomarcadores confiables y reproducibles capaces de identificar grupos y subgrupos de pacientes y enfermedades.

Un ejemplo de esta controversia lo podemos ver en un artículo de Thomas F. Luscher en la European Heart Journal, en el que explica cómo en medicina cardiovascular el enfoque agrupador ha sido exitoso a lo largo de la historia pero, con el tiempo, se está transformando en uno más desglosador. En el texto, encontramos una referencia muy interesante a la discusión entre el que es considerado el primer epidemiólogo y padre de la medicina basada en evidencia Pierre Charles Alexandre Louis y el médico español Benigno Risueño de Amador sobre la generalización: aunque estadísticamente se pueda definir un ser humano promedio, con una talla media de zapato X, ese zapato de talla X no podría ser utilizado por la mayoría de la población.

Este debate sin salida entre agrupadores y desglosadores o aporía se asemeja, en mi opinión, a perspectivas (a priori dicotómicas) del tipo «ver el vaso medio lleno o medio vacío» o «¿fue antes el huevo o la gallina?». Al igual que no podría responder a la primera cuestión sin tener en cuenta el contexto (pues el vaso lo veré lleno o vacío no por cuestiones de optimismo/pesimismo sino en relación al estado inicial del continente y la acción que se esté ejecutando) tampoco podría definirme como agrupadora o desglosadora al 100%.

Si hago una reflexión centrándome en las ciencias médicas o de la salud podría clasificarme como agrupadora de base, en tanto que tiendo a tomar una posición un tanto general/hipocrática en el origen y curación de la enfermedad (prevención, higiene, hábitos, alimentación) y estadista (como Pierre Charles Alexandre Louis), pero aceptando (como Risueño de Amador) que estas generalidades deben ser puestas en el contexto del paciente para optimizar los resultados. Crearé pues el término agrupadora desglosante para definirme: en unas ocasiones serán las definiciones y características comunes las que resuelvan el problema y, en otras, tendré que recurrir a cuestiones específicas para solucionarlo.

REFERENCIAS:

Lüscher, T. F. (2019). Lumpers and splitters: the bumpy road to precision medicine. European Heart Journal40(40), 3292-3296. https://doi.org/10.1093/eurheartj/ehz644

Sober, E. (2015). Is The Scientific Method aMyth? Perspectives from the History and Philosophy ofScience. Mètode Science Studies Journal0(5), 51-55. https://doi.org/10.7203/metode.84.3883

Photo by Nolan Simmons on Unsplash

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