CIENCIA CON CONCIENCIA O CÓMO USAR LA CIENCIA PARA MEJORAR EL MUNDO Y NO SOLO VISUALIZARLO.

«If science is to be of full use to society it must first put its own house in order».

Bernal, J.D., 1939.

La ciencia y los resultados de sus investigaciones deben conducir a una mejora continua de las condiciones de vida, pero dadas las conexiones existentes entre ésta y la economía y, a su vez, con la política, es frecuente que los resultados sean utilizados con fines, si no destructivos, al menos de dudoso propósito.

Por este motivo surgen (ya desde las primeras décadas del siglo XX) algunas formas, planteamientos e iniciativas de crítica de la ciencia que pretenden preservar su fin benefactor para ponerla al servicio del pueblo.

En este sentido nacen iniciativas sin ánimo de lucro como The Union of Concerned Scientists (UCS) en EE. UU., fundadas por científicos y estudiantes para solucionar los problemas más acuciantes del planeta haciendo uso de la ciencia en su forma más rigurosa e independiente. Su objetivo: un futuro saludable, seguro y sostenible.

Sus acciones están dirigidas a combatir el cambio climático; reducir las amenazas nucleares; diseñar formas sostenibles de alimentación, energía y transporte; proveer soluciones para la equidad racial y económica y, además, luchar contra los intereses corporativos y privados que puedan confundir o engañar a los ciudadanos en cuestiones científicas.

“We don’t just use science to envision a better world—we work to achieve it”. 

UCS

No se trata solamente de investigar y teorizar sino de tomar acción y materializar los resultados de la investigación científica para conseguir un mundo mejor.

Para ello, realizan análisis e investigaciones que son totalmente independientes, hacen divulgación para los medios, los gobiernos y el público general de todos sus hallazgos y son firmes activistas ejerciendo presión para conseguir el cambio y exponiendo a aquellos que se interponen o a quienes usan la ciencia de manera fraudulenta.

Iniciativa Healthy Food for All. Fuente: ucsusa.org

Entre las iniciativas que tienen en marcha, me llama la atención su reclamo Healthy Food for All, dentro del programa Food and Enviroment (4º de los 5 que tienen actualmente). Esta campaña nace de la paradoja alimentaria contemporánea:  un mundo en el que sobra comida, se desperdicia y, aún así, hay personas desnutridas o malnutridas. Luchan contra la desigualdad en el acceso a la comida, pero también contra la creciente industria alimentaria que pone en el mercado productos cada vez más procesados que son, si no causa directa, al menos factor de riesgo de múltiples enfermedades.

Exponen, además, el papel hipócrita del gobierno como perpetuador de los problemas nutricionales: por un lado lanzan unas directrices o consejos de alimentación y, por otro, permiten e incentivan la sobreproducción de productos nocivos a través de sus políticas ineficaces.

Para combatir esta problemática, no solo proponen el cambio político y el favorecimiento de industrias y cultivos sostenibles y saludables. Abogan por una implementación sólida de estándares basados ​​en evidencia en las pautas dietéticas de los estadounidenses, tratando de conectar a la población con granjas y productores locales, asegurando la correcta nutrición de los niños y haciendo accesibles las comidas nutritivas a los más desfavorecidos. UCS se asocia con otras organizaciones en el movimiento de reforma del sistema alimentario, como HEAL Alliance y Good Food for All Collaborative, para ampliar la gama de experiencia, recursos y relaciones necesarios en la tarea de transformar el sistema.

Este tipo de intervenciones me parecen totalmente necesarias en un mundo que, a mi juicio, ha perdido el rumbo de lo que significa realmente el progreso. Un mundo en el que parece que la ciencia debe estar siempre para crear cosas nuevas (alimentos, medicamentos, energías) en lugar de buscar nuevas formas de usar lo que ya existe o en demostrar su eficacia. La industria no puede crear la necesidad de comer puesto que ésta existe desde que el hombre es hombre, pero sí puede manipularla. Puede crear productos más abundantes, más baratos y más accesibles, en especial para quienes disponen de menos educación y menos recursos. Pueden, con estos productos, enfermar el planeta, enfermar a la sociedad y manipular de nuevo la necesidad, pero esta vez de salud, creando un bucle sempiterno en el que unos pocos se enriquecen haciendo uso de una ciencia que perdió su apellido de soltera para dejar de ser conciencia.

REFERENCIAS:

Bernal, J.D. (1939).  The Social Function of Science. Londres, Routledge & Kegan Paul.

Good Food for All Collaborative. (2020). https://goodfoodforallsite.wordpress.com

Health and Environment Alliance. (2020). https://www.env-health.org

Union of Concerned Scientists. (2020). The Union of Concerned Scientists. https://www.ucsusa.org

Photo by Guillaume de Germain on Unsplash